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Torá desde Jerusalem



Parashá Pinjás - Fineas

Libro Bamidbar / Números (25:10 a 30:1)

Reflexiones sobre la Parashá


"Al vengar Mi venganza..." (Bamidbar 25:11)

Cuando Zimrí, príncipe de la tribu de Shimón, cometió un acto de terrible indecencia con Cozbi, princesa de Moab, todos, incluyendo a Moshé, se quedaron paralizados ante lo ocurrido. Todos, excepto Pinjás. Pinjás no vaciló en vengar el honor de Hashem, ejecutando a ambos transgresores.

El Midrash dice que "como Moshé vaciló, nadie sabe dónde está enterrado".

¿Qué relación puede haber entre ambas cosas? ¿A qué se debe que la vacilación de Moshé haya causado que no se conozca el lugar de su entierro? La razón es la siguiente: los escépticos afirman que Moshé no pudo haber sido tan grande como lo describe la Torá. Pues si hubiera sido así de grande, si realmente hubiera subido al Cielo y hubiera hablado cara a cara con la Presencia Divina, debería haberse hecho acreedor a la vida eterna. En vez de morir una muerte humana, como todas las demás personas, debería haber subido vivo al Cielo, igual que Janoj y Eliahu. Por lo tanto, dicen los escépticos, la Torá de Moshé no es más que una alabanza de sí mismo...

Sin embargo, semejante afirmación es ridícula. Porque si Moshé hubiera querido inventarse un final ficticio, podría haber escrito algo así como "Y Moshé ascendió vivo al Cielo en una Carroza de fuego". ¡Ese sí que hubiera sido un final glorioso!

Pero... ¿qué dice la Torá? "Y Moshé murió..."

¿Acaso puede haber una prueba más fuerte de la verdad de la Torá que esa frase tan simple "Y Moshé murió"? Para Moshé hubiera sido muy fácil inventarse un fin supernatural digno de la más grande estrella de Hollywood...

De todos modos, la fuerza de esta prueba depende de otro factor más: nadie conoce el lugar donde está enterrado Moshé. Porque si alguien lo conociera, Moshé no podría haber afirmado que ascendió al Cielo vivo: todo el mundo podría ir a visitar su tumba.

Ahora podemos entender lo que dice el Midrash: "como Moshé vaciló, nadie sabe donde está enterrado". Si Moshé hubiera ejecutado a Zimrí, habría "vengado la venganza de Hashem", y, necesariamente, habría recibido la recompensa que recibió Pinjás: una vida eterna sin muerte.

Pero si Moshé hubiera vivido eternamente, jamás habría podido hacer dudar a los escépticos, demostrando la verdad de la Torá, con esa frase tan escueta: "Y Moshé murió..."

(Bircat ha Shir)


"Le estoy dando Mi pacto de paz" (Bamidbar 25:12)

"No hay nada más entero que un corazón roto".

Dichas fueron las palabras del Rebe de Kotzk. No hay nada que sea tan completo en su devoción al Creador como un espíritu contrito. Cuando nos vemos a nosotros mismos como seres perfectos, acabados, entonces estamos a millones de kilómetros de Hashem, porque nos hemos transformado en el centro de nuestro propio universo ilusorio. Pero cuando tenemos roto el corazón, y el espíritu humilde, entonces podemos acercarnos a nuestro Padre que está en el Cielo. Si te fijas en un Séfer Torá, verás que cuando la Torá se refiere a Pinjás, dice "Yo (Hashem) le estoy dando Mi pacto de shalom". La letra vav de la palabra shalom está partida en el medio. La letra vav es como una persona. Es una línea vertical derecha. Como alguien parado erguido. El equivalente numérico de vav es seis. El hombre fue creado el sexto día. La letra vav está "rota". Esto nos apunta a que, para poder ser verdaderamente shalem, (enteros), debemos estar "quebrados", con el espíritu contrito y humilde.

(Rabi Menajem Zvi Goldbaum, Darkei Musar, Moser Derej)


   "...porque demostró celo por su Di-s" (Bamidbar 25:13)

¿Por qué los Diez Mandamientos fueron escritos en singular? Si les fueron dados a todo el pueblo judío, ¿no deberían haber sido escritos en plural? Los Diez Mandamientos están escritos en singular para que sintamos que nos fueron dados a cada uno de nosotros por separado. Cada individuo tiene la obligación de cumplir con la Torá, sin que le importe lo que hacen los otros.

En la vida, existe la gran tentación de establecer nuestro nivel de expectativa propia de acuerdo con los estándares de otras personas. "Si el Sr. Goldberg da solamente 10.000 $ para caridad, y gana lo mismo que yo, ¿por qué yo voy a ser más frum (piadoso) que él?"

Los Diez Mandamientos fueron dados en singular para enseñarnos que no debemos fijarnos en lo que hacen los demás, ni tampoco en lo que dejan de hacer. Pinjás vio que Moshé y Aharón y los setenta ancianos estaban parados viendo como Zimri cometía un grave pecado, y ninguno hizo nada. Por cierto que podría haberse dicho: "Si Moshé y Aharón no hacen nada, ¿cómo voy a ser yo más piadoso que ellos?" Sin embargo, Pinjás tomó su lanza y vengó el honor del Cielo sin pensarlo dos veces, y sin fijarse en lo que hacían o dejaban de hacer los otros. Es por ese motivo que la Torá dice: “el demostró celo por su Di-s". Pinjás actuó como si Hashem fuera su Di-s, y no hubiera nadie más en el mundo que pudiera llevar a cabo esa tarea.

(Jomat Esh) 

Shabat Shalom.