Torá desde Jerusalem
Parashá Matot - Tribus
Libro Bamidbar / Números (30:2 a 32:42)

"Habló Moshé a los jefes de las tribus de los Hijos de Israel diciendo: Esta es la cosa que ha prescripto Di-s" (Bamidbar 30:2)

"¿Dónde dice eso en la Torá?"

"Es un decreto Rabínico"

"Oh - es solamente un decreto Rabínico..."

Moshé habla a los Hijos de Israel a través de los jefes de las tribus para mostrar cómo deben respetar las palabras de sus líderes. Porque cuando sus líderes dicen: "Esto es la cosa que ha prescripto Di-s", es como si Di-s mismo hubiera hablado. Un decreto Rabínico es como un decreto de la Torá, y se lo debe tratar como palabras de Di-s.

(Torat Moshé)


"Mil de una tribu, mil de una tribu" (Bamidbar 31:4)

Más escurridizo que el Monstruo del Lago Ness o el Yeti, existe una especie llamada "Self Made Man" (el Hombre que se Hizo a Sí Mismo). Abundan informes relativos a su existencia, pero hasta la fecha, no se lo ha podido identificar en forma absoluta. Los miles de casos en que se creyó haberlo avistado no fueron más que simples expresiones de deseo.

Analicemos uno de esos informes:

Morris es uno de los magos de los negocios más grandes de Wall Street. Presidente de la Compañía Super Financiera International, una de las 500 empresas más exitosas según la revista Fortuna. Pero ¿realmente fue Fortuna la que le permitió llegar al tope? ¿O el éxito vino de otra parte?

Es muy fácil darnos una palmada en los hombros, felicitándonos por lo astutos que fuimos. Pero para poder mantener una perspectiva verdadera del sitio de dónde verdaderamente proviene nuestro éxito, necesitamos que alguien nos lo recuerde constantemente.

En la Parashá de esta semana, la Torá nos dice que por cada mil soldados que salieron a luchar para el pueblo judío, otros mil permanecieron en Eretz Israel, rezando por ellos. En otras palabras, por cada soldado que fue enviado al frente, hubo otro "soldado" responsable de rezar por su hermano.

Podríamos pensar que esa medida se tomo para ofrecer mas protección a los que estaban en el frente. Sin embargo, la verdadera razón fue que los que estaban luchando no debían hacerse ninguna ilusión respecto de donde provenía en verdad su éxito. No fue por la fuerza y el poder de su propia mano que lograron salir victoriosos de la batalla, sino que su éxito, como todo éxito, provino de Hashem, el Hacedor del "Self Made Man".

(Basado en Rabí Jezkel Levenstein, oído de boca de Rabí Yehoshua Bertram)


"Moshé les habló a los jefes de las tribus de los israelitas" (Bamidbar 30:2)

Matot y Masei son dos Parashiot que muchas veces van unidas, pero cuyos nombres significan lo contrario.

La palabra "maté", cuyo plural es "matot", significa una "vara". Una vara es algo inerte, que se corta del árbol donde creció. Dejó de tener el poder de seguir creciendo, y de crear nueva vida. Siempre permanecerá igual que ahora. Estática e invariable.

Masei (del verbo "viajar") es exactamente lo contrario. Es la esencia misma del dinamismo, del desarrollo, y del crecimiento. Porque los viajes son el paradigma del progreso...

En realidad, esta yuxtaposición de Matot y Masei es un símbolo de la Torá misma. La Torá tiene la capacidad de tomar lo inerte y darle vida: de tomar la vara de Aharón y hacer que florezca. De transformarla en una serpiente.

Una simple vara inerte se transforma en el instrumento de las grandes señales y maravillas que se obraron en Egipto, de la división del mar. Una simple vara inerte se transforma en el símbolo del comienzo de la vida para el pueblo judío. La transformación de la vara sin vida, el Maté, produce el progreso y el futuro eterno, los Masei, a los viajes de los israelitas a través de la historia.

(Basado en Rabí Shlomo Yozef Zevin)


"Si un hombre hace un voto a Hashem o jura un juramento para establecer una prohibición para sí mismo" (Bamidbar 30:3)

La teshuvá (retorno) es un milagro. ¿Cómo es posible que alguien que ha transgredido pueda erradicar lo que ya tuvo lugar? Porque la teshuvá no solamente obtiene el perdón para nuestros errores, sino que rescribe la historia misma. Quita todas las cicatrices que dejó el pecado.

¿Como puede ser? Después de todo, lo que se hizo, hecho está, ¿no?   Ya ocurrió. ¿Cómo la teshuvá puede volver a tejer la tela misma de la realidad? Imaginemos lo siguiente: Hoy es Shabat. Un judío enciende la luz. Sobre la misma escena puede haber tres realidades posibles:

Realidad numero uno: Un hombre le dice al otro: "¡No prendas la luz! ¡Es Shabat! ¡Estás transgrediendo un pecado capital! ¡No aprietes el interruptor!". El segundo le responde al primero: "Ya se que es Shabat. Ya se que es un pecado capital, pero igual voy a prender la luz. ¡Mira cómo la prendo!" Click.

Realidad numero dos: "¡Uy! ¡No puedo creer loque acabo de hacer! ¡Prendí la luz! ¡Me olvidé por completo que es Shabat!"

Realidad numero tres: "¡Y entonces resulta que me caí hacia atrás y con el brazo toqué el interruptor y se encendió la luz!" Shabat. Un judío enciende la luz.

Tres realidades diferentes.

Cuando hacemos teshuvá, lo que estamos diciendo es que en realidad no fuimos nosotros los que cometimos la transgresión. Esa persona podrá tener mis mismos ojos, mi mismo cabello y mi misma nariz. Podrá ser mi doble. Hasta podrá ser mi tocayo. ¡Pero no soy yo! Yo soy una persona diferente. Yo hice teshuvá. En la Parashá de esta semana, la Torá nos enseña lanaturaleza obligatoria que tiene el “néder”, el voto o  promesa. El néder> nos obliga, nos compromete. Nos da la oportunidad de hacer algo que hasta ahora solamente Di-s podía hacer: crear un nuevo status halájico, una nueva realidad.

Si un néder altera la realidad del mundo, entonces ¿cómo puede existir la capacidad de anular un néder? La respuesta es que si esa persona hubiera poseído cierta información al momento de hacer el néder, nunca habría aceptado sobre sí mismo semejante voto.

Él dice: "La persona que hizo el voto en realidad no soy yo".

(Rabí David Orlofsky)

Shabat Shalom


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